Soplan vientos de cambio constante
KAEFER en Polonia
75 años a la vanguardia del aislamiento, el acceso y los servicios industriales en Polonia
Probablemente, la empresa que hoy es KAEFER en Polonia haya visto más cambios en los últimos 75 años que otras. En 1947, por orden del Ministerio polaco de Industria y Comercio, se abrió una sucursal de la empresa Construcciones Industriales en Zabrze. Este fue el comienzo de lo que sería Termoizolacja S.A., la que finalmente, al fusionarse con Izokor Płock S.A. en 2009, se convertiría en KAEFER S.A. de Polonia. Durante este tiempo, Polonia pasó de ser un país comunista a la actual Tercera República Polaca, que vio sus primeras elecciones parlamentarias libres en 1991. Además de atravesar por profundos cambios sociales y políticos, la empresa y sus empleados también fueron testigos de importantes avances en tecnología y educación.

La vieja escuela
Si bien actualmente no hay empleados que hayan estado desde los comienzos, sin embargo, hay varias personas que llevan trabajando varias décadas en KAEFER en Polonia. Kazimierz Golec, director de Producción y Formación, se inició en KAEFER hace 40 años, Tadeusz Siedlik, trabajador especializado en chapa metálica, lleva 26 años en la empresa y Łukasz Woroń, instructor de educación vocacional práctica en la escuela de Tarnów, comenzó aquí hace 18 años.

Kazimierz Golec
«Cuando me gradué de la Escuela Técnica Mecánica de Polonia, regía la ley marcial, Solidaridad y Alemania estaba dividida por el muro de Berlín», recuerda Golec. «El director de la escuela de ese momento sabía que el sueño de los jóvenes era marcharse en busca de oportunidades en Europa Occidental. No obstante, nos sugirió que pospusiéramos nuestros estudios para trabajar en el sector de aislamiento térmico. En 1989 caía el muro de Berlín. Pude ver la libertad sin tener que marcharme al extranjero. Nos llegó por sí sola.»

De izquierda a derecha: Kamil Kwaśniak, Tadeusz Siedlik
«Inicialmente, se esperaba de mí que fuera un operario especializado en chapa metálica, pero terminé siendo instalador de aislamiento térmico», comenta Tadeusz Siedlik. «Al principio, todos los trabajos se hacían de forma manual y análoga. Ahora contamos con herramientas fantásticas, con máquinas que perforan la chapa metálica según las dimensiones configuradas, disponemos de ordenadores, entre otras tantas cosas.»
«Mis primeras herramientas de trabajo fueron una bicicleta, un teléfono de línea fija, que cogía a la mañana, al medio día y al final del turno, un cuaderno de notas y un lápiz», revela Golec. «Todas las medidas se tomaban de forma manual; era un mundo diferente. Hoy en día, disponemos de equipos increíbles para el personal, tenemos acceso a conocimientos, capacidades, especialmente en una empresa como KAEFER donde estamos actualizados y a la vanguardia en lo referente al acceso de herramientas, software y certificación.»
Hace 18 años, el mercado registraba una gran demanda de trabajo en esta profesión y ofrecía la oportunidad de ganar buen dinero», explica Łukasz Woroń. «Comencé mi carrera en KAEFER cuando me gradué de nuestra propia escuela donde hoy doy clases. Pero todo fue pura coincidencia. Un colega me pidió que diera clases en una escuela durante un mes. Y ahora llevo como docente más de 10 años.»
La escuela de Tarnów sigue funcionando hasta hoy y cumple un papel importante en la educación de las futuras generaciones de talentos en la empresa.

De izquierda a derecha: Łukasz Woroń, Kamil Kwaśniak
La próxima generación
«A pesar de las últimas crisis de la historia polaca, nuestra escuela en Tarnów consiguió mantenerse», comenta Golec. «Esto nos convierte en la única empresa de Polonia que viene aceptando candidatos y ofreciendo puestos de trabajo a todos los graduados desde hace 54 años.»
Kamil Kwaśniak, joven estudiante, explica su situación personal y señala: «la idea de ir a la escuela de KAEFER en Tarnów surgió de las perspectivas profesionales que se abren tras la graduación. Me gustaría trabajar en KAEFER más adelante y desarrollar mi carrera aquí o en el extranjero.»

Kamil Kwaśniak
Katarzyna Prokop, que es especialista junior en Educación en la Escuela y Taller Central de Tarnów, reconoce las posibilidades que ofrecen la digitalización y la adaptación a los cambios que experimentará el mercado en el futuro. Destaca que «gracias al teletrabajo podemos estar en contacto permanente con el cliente, encontrar nuevos empleados y, a través de las redes sociales, alentar a los candidatos a estudiar en nuestra escuela, entre otras tantas cosas.» Y concluye diciendo que «además, el éxito es identificar la necesidad de cambio. Esta es la razón por la que se creó en KAEFER S.A. KAEFER, un grupo informal compuesto por diez personas, que son empleados de la empresa y que se proponen desarrollar soluciones que beneficiarán nuestro lugar de trabajo. Habitualmente nos cuestionamos para qué clase de KAEFER nos gustaría trabajar y qué tipo de empleador debería ser KAEFER.»

Katarzyna Prokop
«Los empleados son el capital de una empresa», afirma Golec. «Usar sus habilidades y cualificarlos es la mejor estrategia. Esto nos ayuda a alcanzar los mejores resultados cuantitativos y cualitativos y, sobre todo, a que el empleado tenga los máximos niveles de satisfacción laboral. La colaboración también es esencial, sobre todo cuando entran en juego las demás unidades de negocio europeas de KAEFER. Quisiera aprovechar la oportunidad para agradecer a las empresas del Grupo KAEFER con las que hemos trabajado con éxito, en particular, a KAEFER en Noruega, Alemania y Francia.
KAEFER en Polonia ha experimentado sus propios cambios en los últimos 75 años. Pero lo que se mantiene inalterable es el énfasis que pone en los beneficios de la educación y en el compromiso con el crecimiento de sus empleados. El mercado continuará moviéndose y KAEFER seguirá procurando permanecer a la vanguardia de nuevos desarrollos, sean cuales sean.