Deconstrucción de un ave fénix
KAEFER en Francia
Eliminación segura de materiales peligrosos en una de las mayores centrales eléctricas del patrimonio de Francia
La central eléctrica de Creys-Malville, en Francia, era un reactor de neutrones rápidos «Superphénix» de una potencia de 1240 MWe. Se puso en marcha en 1986 y en 1997 se cerró definitivamente. Es el mayor reactor nuclear que actualmente se está desmantelando, tiene undepósito que es seis veces más grande que el de cualquier otro reactor de Electricité de France (EDF) que se encuentre operando actualmente.
Entre las tareas que había que realizar también estaba la eliminación de amianto. Su estructura fibrosa especial provee elevados niveles de resistencia al fuego y añade una fuerza de tensión mayor cuando se lo mezcla con cemento y otros productos. Sin embargo, hoy se sabe que el amianto es altamente nocivo para la salud humana y es la causa de numerosas enfermedades.
KAEFER WANNER fue una de las dos empresas elegidas para tratar dos de los cuatro edificios que alojan los generadores de vapor. Este fue el primer gran trabajo de eliminación de amianto que realizó KAEFER WANNER en el marco de un proyecto de desmantelamiento de una planta nuclear de EDF. El alcance y la complejidad de un gran reactor nuclear y su diseño único hacen que sea un entorno complicado para realizar este tipo de tareas. Un enfoque colaborativo y bien planificado fue esencial para llevar adelante el proyecto, puesto que se identificaron varios retos, uno fue el gran tamaño de las carcasas y de los generadores de vapor.

Campamento en la central nuclear
Si bien la central nuclear estaba fuera de funcionamiento, seguía siendo una central nuclear con todas las limitaciones y normas que ello implica. Aunque el desmantelamiento ya había comenzado, había que evitar que el resto de los equipos sufriera daños. Además, el trabajo era muy polifacético porque, a veces, había que retirar una simple junta, pero, otras, había que tratar toda una estructura de grandes dimensiones como un depósito de sodio.
Para hacer frente a este reto único, KAEFER WANNER levantó una base funcional en la obra para poder coordinar la logística: 200 toneladas de andamios, compactadores y volquetes, como también un elevador de 50 metros de altura.
El equipo, compuesto por 12 especialistas dedicados a eliminar el amianto, 10 trabajadores ocupados en andamios y 4 en acceso mediante cuerdas, fue de fundamental importancia también.
Dada la magnitud de los trabajos que había que realizar, el equipo organizó reuniones preparatorias periódicas con el cliente para planificar la instalación de toda la infraestructura de manipulación que se necesitaba para poder circular de forma horizontal y vertical, así como carros y elevadores, entre otros. Ello ayudó a que todos tomaran conciencia de qué tipo de trabajo se haría y dónde, cuándo y cómo.

Creando una relación desmontando una estructura
Para KAEFER WANNER, este fue el primer proyecto de lo que se espera que sea el principio de una larga serie de contratos de esta naturaleza. «No habíamos hecho antes trabajos de eliminación de amianto con semejante alcance y en el marco del desmantelamiento de una central nuclear, pero sí tuvimos éxito aplicando nuestra experiencia en desmantelar centrales termoeléctricas», explica Bruno Bigot, gestor de proyecto del departamento de Eliminación de Amianto de KAEFER WANNER.
«Es una referencia con la que contamos y que esperamos que en el futuro nos abra otras puertas para nuevos proyectos como este. Juntos con EDF, nuestro cliente, trabajamos muy bien en lo que es un emplazamiento realmente extraordinario. La experiencia que hemos adquirido será tan valiosa como la relación que hemos entablado.»