Haciendo las cosas “a la holandesa”
KAEFER en los Países Bajos
A veces, para encarar un reto solo se necesita un poco de colaboración y una mano para ayudar.
Si cada uno va por su lado, no se llega muy lejos. Por lo general, no hay mejor cosa que el trabajo colaborativo para encontrar soluciones efectivas a un problema, como lo demuestra KAEFER en Benelux. En la mayoría de las instalaciones industriales en las que trabajan técnicos aisladores se aplican normas estrictas que limitan el uso de vehículos motorizados. Sin embargo, las distancias que hay que recorrer en estos enormes complejos son grandes. Por ejemplo, en una planta de Amberes, un empleado puede pasar por lo menos 45 minutos por día caminando por la instalación para ir de un lugar a otro.
Además, cuando se transportan materiales en vehículos abiertos y se trabaja en el terreno, los revestimientos prefabricados pueden rayarse o los materiales de aislamiento pueden ensuciarse y mojarse.
Entonces, ¿cómo podrían lograr los equipos acelerar sus desplazamientos y proteger los materiales? La respuesta no debería de sorprender a nadie que haya pasado una temporada en los Países Bajos: con bicicletas.
Por la senda correcta
Las bicicletas son saludables, no emiten CO₂ y, en lo que a transporte de personas se refiere, son eficientes y rápidas.
Sin embargo, esto aún no soluciona el problema de trasladar material de aislamiento y de revestimiento por una planta industrial. Hasta no hace mucho, los técnicos aisladores usaban carretillas, que pueden resultar estables y fáciles de usar, pero a la vez son lentas y difíciles de manejar.
Las bicicletas con remolques son más útiles, pero la capacidad de material que pueden transportar es limitada y, además, siguen expuestas a los elementos naturales. Para encontrar la solución ideal, el equipo de KAEFER tuvo que echar una mirada al pasado para inspirarse.

De vuelta al futuro
Hasta la década de los años ’70, los pequeños empresarios holandeses usaban las denominadas «bakfiets» para transportar y distribuir sus productos. Bakfiets son bicicletas o triciclos de carga, diseñadas específicamente para transportar grandes volúmenes de cosas y hasta era muy común que se usaran también para llevar grupos de niños a la escuela. El equipo de KAEFER en Benelux, inspirado en esta versatilidad y eficiencia, se propuso desarrollar lo que llamaron «Bakfiets 2.0».

©Internationaal Instituut voor Sociale Geschiedenis, Amsterdam
Los criterios de diseño fueron relativamente simples: Bakfiets 2.0 tenía que ser de elevada calidad, completamente mecánica, sin partes eléctricas y debía tener una «caja» con una tapa que pudiera girarse hacia un lado y servir, a su vez, de banco de trabajo. El equipo encontró un proveedor que cumplía con la mayoría de los requisitos y lo único que había que hacer adicionalmente era montar la tapa.
El resultado es tan simple como ingenioso: un vehículo de transporte rápido, eficiente y sin motor que los aisladores pueden usar también de superficie de trabajo.
Después de muchos retoques, los prototipos de trabajo ya están circulando en las obras de mantenimiento de KAEFER en la región del Benelux para la alegría de los operarios que los utilizan.

De las bicicletas pioneras al aislamiento de «innocent»
Bakfiets 2.0 es apenas un ejemplo de la actitud práctica y colaborativa que guía al equipo de KAEFER. Otro ejemplo es la asociación con la empresa de batidos “innocent”. Todo comenzó con un pequeño trabajo de andamiaje. “Innocent” estaba construyendo una nueva fábrica en los Países Bajos y necesitaba acceder a ciertas alturas para poder construir sus instalaciones desde la base.
Inicialmente, el alcance de los trabajos era de unos modestos dos o tres meses y apenas para cinco a diez personas.
No obstante, este número fue creciendo vertiginosamente hasta llegar a una cantidad de entre 30 y 40 personas que ayudaron a “innocent”, gracias a la experiencia y la pericia de KAEFER en el sector de la producción alimentaria.
“Innocent” estaba cada vez más satisfecha con los trabajos y así fue como comenzaron a pedir más apoyo de parte de KAEFER. La clave de todo fue la relación entre ambas partes, ya que se asemejaba más a una asociación que a una simple contratación y prestación de servicios. En circunstancias normales, lo usual en este tipo de instalaciones es trabajar con contratistas EPC (EPC, por sus siglas en inglés que significan proyecto, suministro y construcción). Pero en este caso en particular, la asociación fue germinando entre el cliente y KAEFER.
«Puede sonar simple por demás, pero «¿en qué podemos ayudar?» es realmente nuestra filosofía, explica Matthijs van der Veen, responsable comercial de KAEFER en los Países Bajos. «Creemos que podemos añadir valor real a la empresa de un cliente, un valor que va más allá de las cifras. Un enfoque de colaboración basado en el beneficio mutuo y en una asociación es más trascendental y, en realidad, hasta tiene más sentido monetario a largo plazo. Desde el desarrollo de nuevas soluciones de movilidad LEAN y la cimentación de la relación con “innocent” hasta lograr convencer a los operadores de la fábrica de envases PET más grande del mundo en Indorama, Rotterdam de que debían acudir a KAEFER para los trabajos de mantenimiento: parece que preguntar cómo KAEFER puede ayudar y proporcionar soluciones rápidas funciona muy bien.